Industria avícola, en riesgo por importaciones de Brasil
La apertura de México a las importaciones de pollo provenientes de Brasil ponen en riesgo al sector avícola nacional pues no existe equidad de competitividad en este rubro, advirtió la Unión Nacional de Avicultores (UNA).
Actualmente la avicultura mexicana se encuentra en recuperación luego de las afectaciones derivadas de la influenza aviar que generó pérdidas superiores a los 12 mil millones de pesos.
En contraste, la industria brasileña tiene acceso a los principales insumos a un menor precio, comportamiento que se ha mantenido durante las últimas 3 décadas, frente a su capacidad de producción de insumos básicos, con lo que difícilmente se podría competir dado el peso relativo que tienen estos insumos en el costo total de producción de pollo y huevo.
De acuerdo con un estudio realizado por la UNA, actualmente Brasil se posiciona como primer productor y exportador de cárnicos a nivel mundial, teniendo en su territorio a la empresa JBS, la mayor procesadora, comercializadora y exportadora de carne de res, pollo y puerco en el mundo. Sin embargo, México para completar su abasto debió importar mil 249 millones de dólares de cárnicos el año pasado.
Mientras en México los subsidios a la exportación de productos cárnicos no existe, en Brasil los productores cuentan con subsidios directos a la exportación por parte del gobierno, lo que le ha permitido penetrar a mercados asiáticos y europeos. Además, el gobierno brasileño tiene instrumentadas medidas fitosanitarias que hacen prácticamente imposible la entrada de productos avícolas mexicanos a ese país.
Por otra parte, mientras en Brasil, el banco de desarrollo mantiene un flujo importante de financiamiento hacia la industria avícola, dotándolo de recursos suficientes para ser competitivos, en México, el flujo de recursos a la actividad agropecuaria es, en el mejor de los casos, incipiente y orientado a la parte social más que productiva.
El estudio destaca que las condiciones actuales del mercado mexicano son bastante inestables, con picos y valles tanto en volumen como en precios, lo que ha hecho que los productores de la industria avícola se vean bajo una presión intensa en la operación, finanzas y por ende en el crecimiento de la industria.
Las importaciones contribuirían a una mayor desestabilización del mercado, que aunado a que el incremento de los costos de operación no ha sido traspasado al consumidor mexicano, son factores de preocupación para el sector.
“Es claro que el país no se caracteriza por ser una nación exportadora de productos avícolas, a diferencia de Brasil que es reconocido por ser un país productor de bajo costo y con miras eminentemente enfocadas a la exportación, a esto se suma que es un país autosuficiente en los insumos que requiere la avicultura, mientras que México debe importar maíz amarillo y soya”, destaca el análisis de la UNA.
Finalmente, se menciona que la apertura a productos avícolas provenientes de Brasil constituirá sin duda, una ventaja para ese país y una puerta abierta inerte para México; así lo ha demostrado la relación comercial con Estados Unidos y Chile, de estos dos países México recibe 97 por ciento de las importaciones avícolas, mientras que las exportaciones son inexistentes. Fuente: Financiero
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